Desarrollar a un deportista con potencial olímpico en países como República Dominicana puede costar alrededor de 10 millones de pesos (unos 168,000 dólares), considerando factores como los estándares internacionales y el equipo necesario para apoyar al competidor.
República Dominicana ha participado en los Juegos Olímpicos desde Tokio 1964 y ha obtenido medallas en todas las ediciones a partir de Atenas 2004, incluyendo los dos oros de Félix Sánchez y Félix Díaz. Recientemente, atletas como Bernardo Pie están logrando clasificaciones destacadas en eventos como el taekwondo, lo que requiere una inversión significativa para alcanzar un alto nivel de rendimiento y optar por una medalla olímpica.
La financiación para deportistas de alto rendimiento en República Dominicana proviene en su mayoría del gobierno a través del Ministerio de Deportes, que también colabora con el Comité Olímpico Dominicano (COD). Atletas como Pie, verificados en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, han destacado en eventos regionales y continentales, aunque han enfrentado desafíos como lesiones durante competencias importantes.
El camino de sacrificios de Bernardo Pié, desde su infancia en Bayaguana hasta su carrera en el taekwondo, refleja los retos personales y familiares que ha enfrentado para alcanzar el éxito deportivo. A pesar de las dificultades, ha encontrado apoyo en programas de alto rendimiento y en el respaldo de instituciones como las Fuerzas Armadas dominicanas para perseguir sus metas olímpicas.
Bernardo Pié nació hace 28 años en un batey del municipio de Bayaguana, en la provincia de Monte Plata, contigua a la provincia de Santo Domingo, y contó a EFE que él y su hermano Luisito "se turnaban" para ver quién se mareaba primero cuando, a llegar a la casa desde la escuela tras caminar 5 kilómetros, no había nada para comer al mediodía."A pesar de eso, nos íbamos a realizar nuestras tareas escolares y a las tres de la tarde tomábamos el camino hacia el multiusos para practicar. En esa época podíamos desayunar con víveres, pero el almuerzo era una especie de sorpresa para nosotros al regresar de la escuela", afirmó.Pie agradeció a su madre (ama de casa) y a su padrastro (mecánico) por inculcar patrones de buen comportamiento a cinco hermanos, a pesar de que vivían en un sector "con muchos delincuentes" en Bayaguana."Cuando miro hacia atrás y veo el camino que he logrado hasta ahora casi ni lo puedo creer. Fueron muchos los sacrificios de todo tipo que he enfrentado, pero siempre con el propósito de ser cada día más un mejor deportista", expuso Pie.Afirmó que gracias a un programa de alto rendimiento establecido en el Ministerio de Deportes, al impulso de las actividades deportivas de las Fuerzas Armadas dominicanas y a los recursos con los que ha sido premiado en su carrera, ha podido brindar un "techo digno" a sus padres."Mi carrera en el taekwondo me hace sentir feliz, pero también me priva de una vida normal. He sacrificado mis estudios universitarios y me aleja de mi familia -tiene esposa y una hija de dos años- constantemente. Espero que este tipo de sacrificios me de una gran satisfacción en París", dijo.
EFE/Ramón Santos Lantigua
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