El juicio del caso Coral, que involucra a militares y policías en una red de corrupción, se reanudó en el Primer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional. Seis testigos describieron prácticas de cobro irregular en el Cuerpo Especializado de Seguridad Turística (Cestur).
Los involucrados recibían pagos de 30,000 pesos mensuales, pero debían devolver 27,000 a los acusados, quedándose con solo el 10% de su salario. Wilber Batista Moreno, uno de los testigos, trabajó en el Cusep y mencionó a los coroneles Rojas de Jesús y Rafael Núñez de Aza como sus superiores.
Batista fue invitado a unirse a la red por el coronel José Ramón Santos Jiménez, quien le prometió ayuda financiera. La esposa de Batista, Yuldania Méndez Ruiz, también fue involucrada, pero dejó de participar al no recibir el pago completo prometido.
Otro testigo, Ariel Esterlin de la Cruz Lenver, explicó que supervisaba a 17 personas en Cestur, quienes devolvían casi todo el dinero recibido, recolectando entre 500,000 y 600,000 pesos mensuales. Estos fondos eran entregados a Santos Jiménez, con la colaboración de Esmeralda Ortega Polanco, gerente del Banco de Reservas, quien facilitaba las transacciones para los militares implicados.
Fuente: Diario Libre
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