Dirigentes socialistas están exigiendo medidas contundentes y critican la falta de acción del presidente, a quien consideran debilitado. La reciente entrada en prisión del primer secretario de organización del PSOE ha despertado a un sector del partido que antes se mantenía indeciso entre críticos y oficialistas.
Según varios dirigentes consultados, hay una creciente preocupación por la respuesta del presidente del Gobierno, quien afirmó que la situación no afecta al Gobierno y que el PSOE ya había expulsado a los responsables. Desde Moncloa, se ha mantenido el mensaje de que no hay novedades.
Internamente, se percibe una situación crítica que requiere cambios radicales, sugiriendo que el presidente debería actuar solo y eliminar cualquier rastro de los problemas actuales.
Fuente: El Testigo
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