“No les des nada de ti, habla solo de trabajo”, se decía a sí misma en muchas ocasiones Sydney Sweeney. Aunque, a ratos, se ha arrepentido de esa postura: “desearía haber sido capaz de ser abiertamente quien soy desde el principio para que no se cuestionen las cosas que digo”.
“Por desgracia, yo no controlo mi imagen: mi imagen está en vuestras manos”. Así se lo explicaba la actriz a Vanity Fair en una entrevista el pasado noviembre.
Nadie imaginaría que, meses más tarde, la actriz terminaría en el epicentro de una guerra mediática y digital en la que su imagen sale a debate en cada disputa.
Y es que mientras algunos titulares la confrontan con Taylor Swift, debido a la aparente oposición política entre ambas, y muchos usuarios la acusan de alimentar al fascismo; otros ven en la actriz a la heroína conservadora que América, sino el mundo, necesita; y también los hay que encuentran exagerada la controversia.
Pero ¿cómo llega una joven actriz a estar en el punto de mira por un anuncio de pantalones vaqueros? Pues como dice la campaña, esta es “su historia”. La historia de cómo Sydney Sweeney llegó a ser una estrella que arde en el candelero.
El camino agridulce a la meta
Sydney Bernice Sweeney nació el 12 de septiembre de 1997 en Spokane, Washington, en el seno una familia trabajadora y religiosa que, durante generaciones, habían vivido en un idílico entorno rural, en una casa con un lago, cerca de Idaho.
Allí creció ella. Y, a pesar de que su vocación artística se despertó de manera temprana, al principio destacó por su pasión por los deportes.
En sus propias palabras, “practicaba todos los posibles: estaba en el equipo de fútbol, en el de béisbol, en el de esquí de eslalon sobre nieve, hacía wakeboarding…”, según dijo en una entrevista con el Independent.

Porque lo de ser actriz no era tan sencillo, tal y como explicó a Coveteur: “Crecí en un pueblo donde no había ningún tipo de industria del entretenimiento, así que actuar era un cuento de hadas”.
Aun así, ya muy pequeña tuvo claro ese dicho tan famoso de “mamá, yo quiero ser artista”, y así se lo planteó a sus padres: “Los cineastas estaban haciendo audiciones, así que rogué a mis padres que me dejaran audicionar preparando una presentación de un plan de negocios a cinco años”.
Aquella audición tuvo un resultado positivo y, poco a poco, la futura estrella comenzó su carrera. Algo por lo cual nunca ha dejado de estarle “muy agradecida” a sus padres, tal y como explicó al Independent.
“Lo sacrificaron casi todo. Tuvieron que dejar su casa, en la que llevaban toda la vida. Los Ángeles es diez veces más caro que donde yo crecí. Todo el estrés financiero y familiar nos desgastó mucho y ellos acabaron divorciándose”, relató.
Por todo aquello, Sweeney es consciente de que su ascenso a la cima ha sido complicado y siempre tiene en mente a su familia: “El camino para llegar a donde estoy ahora no ha sido feliz, pero intento devolverles todo lo que puedo”.

De la discreción a la polémica
Y es que antes de ser famosa, tuvo pequeños papeles en series como ‘Criminal Minds’ o ‘Grey’s Anatomy’. Después llegaron roles recurrentes en producciones como ‘Everything Sucks!’, ‘Sharp Objects’ o ‘The Handmaid’s Tale’.
Además, Sydney también trabajó en algunas películas, como ‘Along Came the Devil’ (2018), ‘Clementine’ (2019), ‘Big Time Adolescence’ (2019) y ‘Once Upon a Time in Hollywood’ (2019).
Pero su verdadero salto a la fama llegó en 2019 con el papel de Cassie Howard en la exitosa serie ‘Euphoria’ de HBO.
Un personaje con el que, según la actriz, “mucha gente puede conectar con el hecho de que ella está buscando amor y validación y tratando de encontrarse a sí misma”, explicó a Hollywood Reporter.
Desde entonces, su filmografía no ha parado de crecer, con películas como ‘Nocturne’ (2020), ‘The Voyeurs’ (2021), ‘Reality’ (2023), ‘Madame Web’ (2024) o ‘Echo Valley’ (2025). Además, en 2021 interpretó a un personaje principal en la serie ‘The White Lotus”.
Pero, igual que su vida profesional era la de una estrella en ascenso, para su vida personal Sydney siempre ha sido discreta: “nunca he compartido mucho sobre mi relación”, dijo a Glamour en alusión al romance que de 2018 a 2025, con compromiso en 2022 de por medio, mantuvo con el empresario Jonathan Davino.
Sin embargo, recientemente ese perfil bajo se ha roto y Sydney se encuentra ahora en el ojo del huracán. Y es que hace poco protagonizó la campaña “Sydney Sweeney has great jeans” para American Eagle.
Una diva polarizada
En los anuncios, la marca juega con un doble sentido entre “genes” y “jeans” (pantalones vaqueros), que tienen una pronunciación similar en inglés. Así, en uno de los spots la actriz explica la importancia de los genes a la hora de heredar el color de pelo y ojos para luego decir “Mis ‘jeans’ son azules”.
A raíz de esto, hubo críticas en redes sociales y medios de comunicación al asociar la campaña con un mensaje eugenésico o racista, debido en parte también a que Sydney es rubia y de ojos claros. Además, algunas personas también señalaron que estos anuncios alimentan “estereotipos machistas”.
Por su parte, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, apoyó a la actriz en su red Truth Social: “Sydney Sweeney, registrada como republicana, tiene el anuncio ‘Más Popular’ que hay. Es para American Eagle, y los jeans ‘vuelan de las estanterías’. ¡A por ellos, Sydney!”.
Las acciones de American Eagle se incrementaron un 24% tras estas declaraciones. No obstante, la propia marca se ha defendido en Instagram, reivindicando que el anuncio se refiere exclusivamente a los pantalones y que, además, estos son para todo tipo de público.
“Es y siempre ha sido sobre los vaqueros. Sus vaqueros. Su historia. Seguiremos celebrando cómo cada uno usa sus vaqueros AE con confianza, a su manera. Los vaqueros geniales le quedan bien a todo el mundo”, escribieron, utilizando la palabra “jeans” en todo momento.
Y así, en medio de toda la polarización, Sydney Sweeney se ha convertido a ojos de algunos en la representación del “nuevo nazismo” mientras que para otros es un icono contra la “cultura woke”.
Pero, paradójicamente, ninguno de los dos “bandos” cuenta con el respaldo de la actriz quien, por el momento, y tal y como siempre ha escogido hacer cuando se trata de su vida personal, guarda silencio.
Fuente: Diario Libre
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