La final que jugarán el domingo en Wimbledon el español Carlos Alcaraz y el italiano Jannik Sinner tiene ya tintes de nuevo clásico del tenis mundial.
Con la reciente final de junio de Roland Garros, y victoria épica de Alcaraz en cinco sets, tras remontar dos en contra, el duelo entre el español de 22 años y el italiano de casi 24 anuncia muchas batallas legendarias en el futuro.
Y el domingo, pese a su juventud, sumarán otro capítulo de ese nuevo clásico, en que se medirán por decimotercera vez, emulando las recientes batallas entre Rafa Nadal, Roger Federer y Novak Djokovic o las más léjanas de los míticos Bjorn Borg y John McEnroe.
"Espero que hagamos muchas cosas durante los próximos cinco o diez años, para que nuestra rivalidad sea como la de esos jugadores", declaró el español tras alcanzar la final el viernes.
Alcaraz parece tener una ventaja psicológica sobre su rival italiano, ya que se ha impuesto en ocho de sus doce duelos contra Sinner, con cuatro victorias del italiano.
Ventaja psicológica de Alcaraz
Además, Alcaraz ya sabe lo que es ganar en Wimbledon, al haberse llevado el título las dos últimas ediciones, mientras Sinner juega su primera final en Londres y debe estar recuperándose anímicamente del varapalo que sufrió ante el español en la final del Grand Slam parisino.

"Él (Sinner) aprende de todas las derrotas, como un gran campeón. Estará mejor físicamente, mentalmente, estará listo el domingo para entregarse al 100%, así que no creo tener una ventaja mental tras ese partido", afirmó Alcaraz tras pasar a la final, tratando de rebajar la euforia.
El español, salvo los apuros pasados en la primera ronda, ante el italiano Fabio Fognini, en que necesitó cinco sets ante el 138º del mundo, el resto de partidos los sacó en tres y cuatro mangas, sin nunca parecer en serios apuros.
Sinner iba como un vendaval, ganando sus tres primeros partidos en tres sets, hasta que llegó su duelo en octavos de final contra Grigor Dimitrov.
El veterano búlgaro de 34 años, 21º del ranking mundial, había ganado los dos primeros sets ante Sinner, cuando se vio obligado a abandonar por lesión.
Aquel partido bajó a la tierra a Sinner. Era humano. Además, el italiano sufrió molestias en el codo derecho, que le han obligado a jugar con el brazo vendado las dos últimas rondas.
Pero tras aquel susto contra Dimitrov, Sinner volvió a enfundarse el disfraz de extraterrestre y liquidó en tres sets sucesivamente al estadounidense Ben Shelton y, sobre todo, al serbio Novak Djokovic, al que arrebató el sueño de ganar un octavo Wimbledon y elevar a 25 su récord de títulos de Grand Slam."Creo que le doy una ligera ventaja a Carlos (en la final), porque ha ganado dos títulos en Londres y por su nivel de juego y confianza actuales", afirmó Djokovic tras caer ante Sinner. En esta nuevo clásico del tenis mundial, Alcaraz lleva ventaja, con cinco finales de Grand Slam jugadas y todas ganadas (dos veces Wimbledon, otras tantas Roland Garros y una el US Open).Al español solo le falta de los cuatro grandes el Abierto de Australia, que curiosamente Sinner ha ganados dos veces.El italiano se ha llevado tres Grand Slam hasta ahora, ganando esas dos veces en Melbourne y una en Nueva York para hacerse con el US Open.Su única final perdida de Grand Slam llegó en el reciente Roland Garros ante Alcaraz. El español y el italiano se han repartido equitativamente los seis últimos títulos de Grand Slam, y el séptimo irá de nuevo a uno de los dos."No se puede comparar con lo que hizo el Big Three (Nadal, Djokovic y Federer) durante más de quince años. Seis torneos de Grand Slam son un año y medio, todavía no está al mismo nivel", afirmó, con modestia Sinner, tras pasar a la final de Wimbledon.
Fuente: Diario Libre
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