El Gobierno arrancó el mes pasado un programa de construcción y reparación de 30 pabellones multiusos en el Gran Santo Domingo que requerirá de una inversión superior a los 800 millones de pesos. Tocará desde Cristo Rey hasta Pedro Brand, así como a Santo Domingo Este, Oeste y Los Alcarrizos.
Si bien son instalaciones financiadas con dinero público serán operadas por clubes, que las asumen como de su propiedad.
Son estas entidades, que operan como ONG, quienes determinan quién las utiliza, a quiénes se les alquila y quien maneja los recursos que estas generan, sin que haya una Cámara de Cuentas que las audite. Poco tienen de pública y, en parte es entendible, puesto que se requiere de un cuidado, aunque ese sea mínimo.
El pasado nos dice que esos polideportivos que el Gobierno construye hoy en un ciclo, sus operadores pueden estar llamando a los medios para pedir por su reparación cuando lo lógico es que los recursos generados debieron costear el mantenimiento.
El Ministerio de Obras Públicas intervino el Club San Carlos en 2010 y no fue sino en 2016 cuando concluyó una profunda remodelación que incluyó instalar 1,200 butacas nuevas, un sistema de aire acondicionado, equipar el gimnasio, un tabloncillo de 224 mil dólares y hasta una planta eléctrica de 512 kilos.
En la apertura se informó a los medios que los trabajos requirieron de 300 millones de pesos.
Pero en noviembre de 2020, recién llegado al Palacio Nacional el actual Gobierno, Obras Públicas dispuso de otra intervención, una que entregó la vicepresidenta Raquel Peña en febrero de 2023 con un costo informado de 12 millones de pesos. Apenas pasaron cinco años para pedir el rescate.
La función del Ministerio de Deportes
El Ministerio de Deportes tiene una excelente oportunidad para esta vez promover las condiciones de autogestión, que el dinero público destinado hoy no solo sirva para el corte de cintas, para que dirigentes manejen esas instalaciones como si fueran de su propiedad y que en unos años haya que apelar al erario para adecuar esas facilidades.
Hasta principio de siglo apenas una decenas de clubes en el país contaban con un bajo techo.
Pero llegó el polémico proyecto promovido por César Cedeño, exsecretario de Deportes, quien requirió de un préstamo de 54 millones para levantar 115 multiusos en todo el territorio nacional.
Un multiusos puede ser una bendición para una comunidad, se beneficia el deporte, la cultura, la iglesia, es el espacio para cualquier actividad.
Fuente: Diario Libre
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