, ambos son parte de una supuesta red delictiva que incluye militares activos, oficiales retirados y empresarios. Esta red habría pagado más de 100 millones de pesos en sobornos para obtener contratos irregulares de servicios de seguridad privada en varias instituciones estatales. La Pepca presentó más de 500 pruebas que vinculan a los acusados con actividades fraudulentas en entidades como el Seguro Nacional de Salud (Senasa), el Instituto Nacional de Atención Integral a la Primera Infancia (Inaipi) y las distribuidoras eléctricas Edenorte, Edeeste y Edesur. Fuente: El Testigo){kind=link}
En la audiencia de medida de coerción en el Palacio de Justicia de Ciudad Nueva, dos de los diez primeros imputados en el caso de corrupción de la Operación Lobo admitieron su culpabilidad. Andrés Pacheco Valera, exencargado de seguridad de Edenorte, y Ramón Quezada Ortiz, del equipo de seguridad de Edeeste, reconocieron su participación en los hechos.
Según Mirna Ortiz, directora de la Procuraduría Especializada de Persecución de la Corrupción Administrativa (Pepca), ambos son parte de una supuesta red delictiva que incluye militares activos, oficiales retirados y empresarios. Esta red habría pagado más de 100 millones de pesos en sobornos para obtener contratos irregulares de servicios de seguridad privada en varias instituciones estatales.
La Pepca presentó más de 500 pruebas que vinculan a los acusados con actividades fraudulentas en entidades como el Seguro Nacional de Salud (Senasa), el Instituto Nacional de Atención Integral a la Primera Infancia (Inaipi) y las distribuidoras eléctricas Edenorte, Edeeste y Edesur.
Fuente: El Testigo
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