El Bayern de Múnich es uno de los equipos más importantes del mundo. Un club que representa lo mejor de Alemania no solo en el plano deportivo, también es un modelo institucional cuya identidad atraviesa todas las esferas de la sociedad. Su historia y palmarés forjado a lo largo de diferentes épocas gloriosas, lo han colocado en la cima del fútbol ocupando un sitial del que jamás ha descendido, acumulando seguidores más allá de las fronteras de Baviera.
Recuerdo a mi papá hablándome de aquel equipo de los setenta que ganó tres Copas de Europa Consecutivas (hoy Champions League), 1974, 1975 y 1976, liderados por la leyenda Franz Beckenbauer y otros grandes como Gerd Müller y Sepp Maier. A las que se suman los éxitos de la era moderna —ya sí esto lo he vivido— del equipo Ottmar Hitzfeld, que conquistó la Champions de 2001, y ni hablar de la hegemonía establecida durante la década pasada convertida hoy en una dinastía, donde de 2010 hasta la fecha han ganado trece títulos de Bundesliga en quince temporadas, sumadas dos Champions, la de Jupp Heynckes en 2013 y en 2020 la de Hansi Flick. ¡Impresionante!
En estos meses que llevamos de la presente campaña, el equipo lleva un ritmo de récord: nueve victorias en las primeras nueve jornadas; treinta y tres goles a favor y solo cuatro en contra para un diferencial de +29 que da muestra de que no solo ganan, sino que arrasan.
Es el segundo año del belga Vincent Kompany al frente de un banquillo al se nota que le transmite continuidad y a quien el plantel le responde con claridad táctica. Harry Kane no se cansa de marcar goles, lleva veinticinco hasta el momento, doce en liga y cinco en Champions, una verdadera bestia, y una mitad de la cancha bien articulada por los veteranos Kimmich y Goretzka. Las bajas de Jamal Musiala y Alphonso Davies apenas se han sentido en un vestuario que sumó en el verano al colombiano Luís Díaz, quien ha encajado en el nuevo esquema de mil maravillas, y por ahí tienen a un jovencito de diecisiete años llamado Lennart Karl, que hay que ponerle el ojo.
Este Bayern de récord tiene esta tarde en Champions uno de los partidos más difíciles hasta el momento. Le toca visitar al actual campeón, el Paris Saint Germain, en el Parque de los Príncipes. Lejos, para mí el mejor partido de la fecha.
El tiempo dirá si el gigante alemán podrá sostener este ritmo avasallante hasta la primavera evitando lesiones importantes y transitando lo mejor posible el desgaste habitual que genera la alta competencia; mientras eso llega, por lo pronto son equipo para disfrutar.
Fuente: Diario Libre
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