lunes, septiembre 16, 2024
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La Casa Giustiniani: Un Viaje Genealógico de Génova a La Española

La ilustre familia Giustiniani, cuyo linaje se originó en Venecia y luego se estableció en Génova, dejó una huella perdurable en la historia europea. A través de los siglos, ampliaron su influencia por distintos rincones del mediterráneo, entrelazándose con otras casas nobles y reales. Se destacaron como los últimos soberanos genoveses de la isla egea de Quíos, que gobernaron durante dos siglos hasta 1566. Los Giustiniani afirmaban descender del emperador bizantino Justiniano, mientras que algunos cronistas medievales sugieren que la familia desciende de Justino II, sobrino del emperador Justiniano.

Tanto la rama veneciana como la genovesa de los Giustiniani están registradas en los Libros de Oro de la Nobleza Italiana, ostentando títulos aristocráticos como patricio y grados nobles que incluyen príncipes, duques, marqueses y condes. Los miembros de esta familia desempeñaron roles importantes en una variedad de campos, desde la Iglesia hasta la diplomacia, la política, el ejército y el mecenazgo del arte. Además, dos miembros de la familia fueron canonizados por la Iglesia Católica: San Lorenzo Giustiniani y San Paolo Giustiniani.

La línea de la familia Giustiniani en la República Dominicana tiene sus raíces en el Capitán Giovanni Battista Giustiniani, cuyo matrimonio con Brigida Sánchez y Maldonado sentó las bases de un legado que se extendería por generaciones. Su hijo, Tomás Justiniani Sánchez, se estableció en Cuba y tuvo una exitosa carrera en el gobierno colonial de la corona española, alcanzando los rangos de Capitán de Caballos, Alcalde Ordinario y Regidor de La Habana. Se casó con Isabel de Osorio Ledesma, hija de Jácome de Aguirre Osorio y doña Inés de Ledesma, ambos oriundos de León en España. La hija de Tomás, Inés de Ledesma Justiniani, jugaría un papel fundamental en la conformación de la historia de la familia en la isla de La Española, ahora conocida como República Dominicana y Haití.

Inés, la progenitora de todos los Giustiniani en la República Dominicana, fue una mujer de distinción que migró a la región oriental de La Española. Allí, unió su destino con Baltasar Estevez de Figueroa, un distinguido miembro de la administración militar y colonial española. La notable carrera de Estevez de Figueroa incluyó servir como el depositario general y concejal de La Española, como lo demuestra la correspondencia conservada en el Archivo General de Indias. Notablemente, era sobrino de Don Alonso de Fuenmayor, una figura prominente en las esferas eclesiásticas y gubernamentales de La Española.

Tras el fallecimiento del Maestre de Campo Arteaga, Estevez de Figueroa asumió el rol de gobernador interino de La Española de acuerdo con un Decreto Real emitido el 6 de noviembre de 1636. Su mandato, marcado por la diligencia y la destreza administrativa, duró desde el 20 de julio de 1674 hasta la llegada de Alonso Campos el 2 de abril de 1675.

De la unión de Inés de Ledesma Justiniani y Baltasar Estevez de Figueroa surgieron dos hijas que cimentaron los lazos de la familia dentro de la élite colonial. Juana Estevez de Figueroa y Ledesma se casó con Ruy Fernández de Fuenmayor y Berrio, un descendiente de la noble Casa de Fuenmayor y pariente del gobernador Alonso de Fuenmayor. Su unión dio lugar a cuatro hijos y una hija, entre los cuales Ruy Fernández de Fuenmayor Figueroa emergió como una figura de importancia histórica.

Ruy Fernández de Fuenmayor Figueroa, nacido en Santo Domingo en 1603 y destinado a la grandeza, se distinguió como soldado y estadista español. Su ilustre carrera lo llevó a la gobernación de la Provincia de Venezuela desde 1637 hasta 1644, dejando una marca indeleble en la historia de la región. Las hazañas de Fuenmayor Figueroa abarcaron desde liderar campañas militares contra los bucaneros hasta navegar las complejidades de la gobernanza colonial, incluyendo asuntos contenciosos como el traslado de la sede episcopal y disputas territoriales con potencias extranjeras.

María Fernández de Fuenmayor y Estevez de Figueroa, hija de Juana, se casó con Juan I De Mieses Ponce de León, quien ocupó el cargo de Sargento Mayor de Puerto Rico. Juan I De Mieses Ponce de León era hijo del Capitán Jerónimo de Mieses y Juana Ponce de León. Juana Ponce de León era hija de Juan III Ponce de León y López de Cervantes Loaiza, lo que hace a Juan I De Mieses Ponce de León bisnieto del renombrado explorador y conquistador Juan Ponce de León. Juan Ponce de León, perteneciente a la línea Ponce de León, era descendiente directo de Aldonza Alfonso, hija ilegítima del Rey Alfonso IX de León. Aldonza Alfonso se casó con Pedro Ponce de Cabrera, estableciendo la línea Ponce de León.

Los descendientes de la familia Giustiniani fueron instrumentales tanto en el desarrollo de Santo Domingo como en el establecimiento de Baní en la República Dominicana. Baní, fundada el 16 de octubre de 1764, surgió a través de los esfuerzos de numerosas familias, muchas de las cuales provenían de antecedentes nobles y ocupaban posiciones influyentes dentro de la colonia. La conexión con las casas de Ponce de León, De Lara y Fuenmayor se convirtió en un patrón para que los descendientes de Inés de Ledesma Giustiniani se casaran con familias de origen noble en la isla de La Española. Muchos descendientes de la familia han llegado a ser miembros de órdenes prestigiosas como la Orden de Calatrava y la Orden de Santiago. Además, algunos se han unido a la Soberana Orden Militar de Malta, una organización que sigue operando hasta el día de hoy.

El legado de la familia Giustiniani se extiende más allá de sus contribuciones a los primeros asentamientos coloniales. Sus descendientes, entrelazados con influyentes dinastías empresariales de origen genovés como Pellerano, Bonetti y Vicini, así como con otros linajes dominicanos notables, han continuado dando forma a la trayectoria de la nación. A lo largo de generaciones sucesivas, han mantenido una presencia significativa, influyendo en los ámbitos del comercio, la política y la cultura. Este impacto duradero subraya un legado caracterizado por la resiliencia, el liderazgo y la prosperidad, incrustando firmemente a los descendientes de la familia Giustiniani en las páginas de la historia dominicana.

A través de los anales de la historia dominicana, los descendientes de la familia Giustiniani han producido un conjunto de individuos notables que han dejado una huella indeleble en la sociedad. Desde el diplomático y icono internacional Porfirio Rubirosa Ariza hasta el estimado poeta Arturo Pellerano Castro, desde el visionario empresario Jacinto Bienvenido Peynado Garrigosa hasta el estadista Álvaro Arturo Logroño Cohen, el embajador Manuel de Jesús Pellerano Carvajal también se encuentra entre los descendientes de la noble familia Giustiniani que han contribuido significativamente al paisaje cultural, político y económico de la República Dominicana y la región.

Alfredo López
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