Leonard A. Lauder, presidente emérito de Estée Lauder Companies e hijo de la icónica empresaria que fundó la casa de belleza que lleva su nombre, falleció el pasado sábado 14 de junio a los 92 años.
Así lo informó Estée Lauder Companies a través de un comunicado, en el que aseguran que el heredero de la firma murió en su residencia de Manhattan, rodeado de su familia.
“Leonard Lauder fue una persona muy amada y se lo extrañará muchísimo. Para nuestros empleados de The Estée Lauder Companies, era una inspiración y un modelo a seguir. Para la industria, fue un icono y un pionero que logró ganarse el respeto a nivel mundial”, dijo Stéphane de La Faverie, presidente y director ejecutivo de la empresa.
“Su energía y visión contribuyeron a delinear a nuestra empresa y seguirán haciéndolo durante muchas generaciones venideras. Fue un líder profundamente considerado que se preocupaba por cada una de las personas de la empresa”, agregó.
Sus aportes
Más allá de ser heredero de un imperio cosmético, Leonard fue un verdadero arquitecto de la expansión global de Estée Lauder.
Desde que se unió formalmente a la empresa en 1958, su visión transformó lo que era una firma familiar en una multinacional con marcas icónicas como Clinique, MAC, Bobbi Brown, Jo Malone y La Mer.
Su legado no solo se mide en logros empresariales. Leonard Lauder fue, ante todo, un humanista. “Fue el hombre más caritativo que haya conocido”, expresó su hijo William P. Lauder, actual presidente del directorio.
Su apoyo a causas como la educación, el arte, la salud y la investigación médica fue constante y generoso, destacándose especialmente en la lucha contra el cáncer de mama y el Alzheimer.
Amante del arte y firme creyente en su poder transformador, Leonard donó su valiosa colección de arte cubista al Museo Metropolitano de Nueva York, en lo que fue una de las donaciones más importantes de la historia de la institución.
Además, fundó el Centro de Investigación para el Arte Moderno en el MET y apoyó múltiples iniciativas museísticas alrededor del mundo.
En el ámbito educativo, su compromiso fue igualmente significativo. En plena pandemia, creó junto a la Universidad de Pensilvania el programa Leonard A. Lauder Community Care Nurse Practitioner, gracias a una donación histórica de 125 millones de dólares.
Su convicción era clara: la educación y el cuidado de la salud deben estar al alcance de todos.
Ana de Armas es la nueva embajadora global de Estée Lauder
Fuente: Diario Libre
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