La estrategia de los 76ers de Filadelfia para aprovechar al máximo su localía en el sexto partido de la serie de playoffs de la NBA se enfoca en evitar que los seguidores de los Knicks de Nueva York se apoderen de la Wells Fargo Arena la noche del jueves.
Los propietarios Josh Harris, David Blitzer y David Adelman, junto con el propietario minoritario Michael Rubin, se unieron el miércoles para comprar 2.000 entradas que fueron distribuidas a residentes de Filadelfia.
La Wells Fargo Arena parecía una extensión del Madison Square Garden cuando los Knicks ganaron 97-92 en el cuarto partido el domingo. Esto llevó a que el astro de los 76ers, Joel Embiid, expresara su frustración por estar en desventaja en su propio terreno.
El martes, los 76ers lograron una victoria por 112-106 en tiempo extra en Nueva York para acercarse 3-2 en la serie al mejor de siete partidos.
Después de la adquisición de más de 2.000 boletos para el sexto juego, Rubin anunció en redes sociales que serán distribuidos a personal de emergencia, profesionales de la salud y otras organizaciones de Filadelfia.
Dawn Staley, entrenadora del equipo femenino de South Carolina y nativa de Filadelfia, solicitó a los fanáticos que no vendan sus entradas a los seguidores de los Knicks.
“Necesitamos el apoyo de todos”, dijo el entrenador de los Sixers, Nick Nurse.
Somos EL TESTIGO. Una forma diferente de saber lo que está pasando. Somos noticias, realidades, y todo lo que ocurre entre ambos.
Todo lo vemos, por eso vinimos aquí para contarlo.
