La UEFA tiene normas en contra de los mensajes políticos en los estadios durante el Campeonato Europeo.
Sin embargo, será más difícil aplicar esa regla que nunca en uno de los torneos donde se comparte más experiencia cultural en Europa. La Euro 2024 en Alemania se llevará a cabo en medio de la fragilidad continental.
Ucrania compite con la guerra en casa ante Rusia como telón de fondo y sus seguidores aprovecharon los juegos de la eliminatoria para transmitir su mensaje con pancartas políticas en las gradas.
Seguramente habrá más de lo mismo en Alemania, lo que pondrá a prueba el espíritu y los límites del código disciplinario de la UEFA.
Ucrania fue multada por la UEFA después de las dos victorias en la fase de clasificación en marzo. La Federación tuvo que pagar 15.000 euros (16.000 dólares) cada vez que los aficionados lanzaron insultos contra el presidente ruso Vladimir Putin y sostuvieron pancartas de la unidad Azov Brigade, compuesta por soldados ucranianos alineados con ideales de la ultra-derecha nacionalista.
Sin embargo, la UEFA no tomó medidas disciplinarias relacionadas con otras pancartas que calificaban a Rusia como "un estado terrorista" y criticaban a las Naciones Unidas. Este mensaje comparaba la situación de Ucrania con Srebrenica en 1995, el lugar de la masacre de musulmanes bosnios durante la guerra en la ex Yugoslavia.
Esto resalta lo complicado que es determinar lo que un país en guerra tiene permitido decir durante un evento deportivo.
La misma UEFA no puede evitar la influencia de la política en el fútbol, especialmente después de excluir a los equipos rusos de las competencias internacionales en febrero de 2022 y separar a Armenia y Azerbaiyán en el sorteo por 17 años.
Debido a la audiencia global que tendrá cada partido de la Euro 2024, cualquier pancarta atraerá más atención, al igual que las sanciones de la UEFA.
Es un desafío mayor en un torneo donde las 24 naciones participantes y sus seguidores tienen una variedad de opiniones políticas, según indicó Piara Powar, director ejecutivo de Fare network, asociado de la UEFA y la FIFA para monitorear extremismo en los estadios.
Incluso las banderas nacionales pueden ser un problema de seguridad en los estadios y zonas de seguidores. Aunque Israel es miembro de la UEFA, las autoridades alemanas mencionaron que solo se permitirán las banderas de los países participantes.
Hace dos años en Qatar, los símbolos del arcoíris se consideraron una provocación hacia la nación anfitriona, que tiene leyes en contra de las relaciones homosexuales.
La UEFA afirmó que los investigadores disciplinarios y jueces en Alemania abordarán estos temas en cuestión de días, antes del próximo partido del equipo.
Las multas financieras oscilarán entre 10.000 euros (10.700 dólares) por una primera ofensa por pancartas políticas o disturbios durante el himno nacional. En casos extremos o recurrentes, la UEFA podría llegar a reducir puntos a los equipos.
La situación política actual podría hacer que la Euro 2024 sea un evento más complicado que el Mundial 2006, que también se llevó a cabo en Alemania.
Fuente: Diario Libre
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