Se prevé que pronto se retorne a la Luna y desde allí se avance hacia Marte, un desafío tanto físico como psicológico para los astronautas. La ciencia ficción plantea la hibernación como solución, pero ¿será posible algún día dormir durante los viajes espaciales?
Según Angelique Van Ombergen de la Agencia Espacial Europea (ESA), la hibernación humana no será una realidad en un futuro cercano, pero a largo plazo podría ser factible. Grupos de investigación trabajan con animales para inducir un estado de torpor, un proceso en el que el metabolismo se reduce para sobrevivir a la escasez de recursos.
A pesar de que comúnmente se le conoce como hibernación, lo correcto es referirse a este estado como torpor. Este proceso consiste en períodos de metabolismo bajo seguidos de breves despertares. La habilidad de inducir torpor en animales como ratas ya no se limita a la ciencia ficción, según Cerri.
Los beneficios del torpor han sido observados en animales y podrían ser clave para proteger a los astronautas de los riesgos del espacio. La hibernación podría convertirse en una opción viable para misiones espaciales muy largas dentro de 20 a 30 años, además de ofrecer ventajas logísticas y económicas al reducir la necesidad de suministros.
Investigadores buscan comprender cómo desencadenar y mantener el torpor en el ser humano, explorando diferentes métodos para lograrlo de forma selectiva. Además, se estudia cómo despertar al cuerpo de este estado para garantizar la seguridad de los astronautas durante los viajes espaciales.
El torpor también presenta posibles aplicaciones médicas, que podrían beneficiar a pacientes que necesitan trasplantes o enfrentan enfermedades graves. Comprender los mecanismos detrás de esta condición abre nuevas oportunidades terapéuticas en el campo de la medicina.
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