){kind=link}
En el artículo anterior, se discutieron los dos primeros mandamientos clave para el buen funcionamiento de una familia. También se abordaron las dificultades que enfrentamos en la sociedad actual. En resumen, el primer sub-sistema en una familia son los padres, quienes ejercen autoridad, liderazgo y sirven como ejemplo para sus hijos. Es importante recordar que la cercanía entre papá y mamá, así como entre mamá y papá, es única y fundamental.
Aquí se presentan los otros mandamientos para el buen funcionamiento de una familia:
– Dentro de los diferentes sub-sistemas familiares existen límites y fronteras que deben ser respetados. Por ejemplo, los padres tienen sus propias fronteras que los hijos no deben cruzar. Es importante no permitir que los hijos duerman en la cama de los padres, ya que ese espacio es reservado para la intimidad, la sexualidad y las decisiones sobre la crianza, conducta y diferencias de los hijos, que no deben ser compartidas con los niños.
En caso de desacuerdo entre los padres con respecto a la conducta de un hijo, es crucial no desautorizar a la pareja frente al niño. Solo en casos de abuso físico o psicológico debe intervenirse de inmediato. Permitir que un niño duerma con los padres está justificado solo en situaciones de enfermedad grave que requiera vigilancia o cuidado especial, como una fiebre alta.
– El sub-sistema de los hermanos también tiene sus propias fronteras que los padres deben respetar. En este espacio, los niños aprenden a interactuar con sus pares, a negociar, ceder y, por supuesto, a pelear. Los padres no deben intervenir en las disputas entre hermanos a menos que la situación se vuelva violenta. En caso de intervención, es importante separar a los niños y aplicar un castigo equitativo.
Nunca se debe buscar al culpable en un conflicto entre hermanos, ya que esto puede generar celos y rivalidades. Evite comparar a los hijos o expresar favoritismo hacia alguno, ya que esto puede tener consecuencias negativas en su relación.
– Evite involucrar a los hijos en los problemas o conflictos de la pareja. No critique a su pareja en presencia de los niños. Es esencial mantener un núcleo familiar sólido y estable, sin interferencias que puedan debilitarlo. Recuerde que la pareja necesita tiempo tanto para los hijos como para fortalecer su relación como pareja. Estas son dos facetas diferentes que requieren atención y equilibrio. Descuidar la relación de pareja puede afectar profundamente a los hijos.
– Recuerde que sus hijos heredan tanto de usted físicamente, por su ADN, como emocional y psicológicamente. Criticar a su pareja es criticar una parte de sus hijos. Es fundamental mantener un ambiente de respeto y armonía en la familia para promover un desarrollo emocional saludable en los niños.
Fuente: Diario Libre
Somos EL TESTIGO. Una forma diferente de saber lo que está pasando. Somos noticias, realidades, y todo lo que ocurre entre ambos.
Todo lo vemos, por eso vinimos aquí para contarlo.