El expresidente de Colombia Álvaro Uribe afirmó que el proceso judicial al que se enfrenta, acusado de manipulación de testigos, es resultado de "venganzas políticas". Esta situación ha generado controversia en medio del complicado entorno legal en el que se encuentra.
"Este juicio se basa en persecuciones políticas, animadversiones personales y venganzas políticas, sin pruebas que indiquen que yo intentaba sobornar o engañar a los testigos". Estas fueron las declaraciones del exmandatario, considerado uno de los políticos más influyentes en el país durante este siglo.
Álvaro Uribe, expresidente de derecha, se ha visto inmerso en un inesperado proceso judicial en el que se le acusa de ser el presunto responsable de delitos como soborno a testigos y fraude procesal, según la acusación presentada.
Citan al expresidente Álvaro Uribe por caso de calumnia contra periodista
En 2012, cuando era congresista, Uribe presentó una denuncia contra el senador de izquierda Iván Cepeda alegando un supuesto complot en su contra basado en testimonios falsos para vincularlo con grupos paramilitares de ultraderecha.
Sin embargo, la Corte Suprema decidió abrir una investigación contra Uribe en 2018 bajo la misma sospecha de manipulación de testigos contra su opositor.
Uribe supuestamente intentó implicar a Cepeda en actividades criminales mediante la manipulación de testimonios. En agosto de 2020, se ordenó su arresto domiciliario, aunque posteriormente la fiscalía levantó la orden tras un largo proceso que culminó con el anuncio del juicio el martes.
Antes del juicio, el expresidente deberá enfrentar una audiencia preparatoria y una audiencia de acusación a partir del 17 de mayo, según el abogado de uno de los testigos involucrados.
Debido a la "congestión" judicial, el proceso podría extenderse entre dos y tres años, según el abogado penalista Francisco Bernate.
La defensa de Uribe argumenta que el caso podría prescribir el 9 de octubre de 2025 si no se emite un fallo antes.
Ven ganza paramilitar
Basado en testimonios de exparamilitares, Cepeda ha denunciado la presunta vinculación de Uribe con la creación del Bloque Metro, un grupo de autodefensa. Este conflicto legal entre ambos políticos ha sido uno de los más sonados en la historia de Colombia.
Este miércoles, el expresidente reiteró su inocencia y denunció irregularidades en el proceso, que podría llevarlo a enfrentar una condena de hasta ocho años de cárcel.
Según Uribe, algunos exparamilitares admitieron que sus testimonios estaban motivados por deseos de "venganza". En 2006, miles de miembros de estos grupos se desmovilizaron tras acordar con el gobierno su entrega a la justicia.
Las organizaciones de defensa de los derechos humanos exigen que estos exparamilitares regresen a Colombia para aclarar sus delitos y sus vínculos con figuras políticas y empresariales.
"Ficción"
Los problemas legales de Uribe coinciden con la derrota de la derecha en las elecciones presidenciales de 2022, donde el presidente Gustavo Petro resultó victorioso sobre Uribe, su histórico rival.
El mandatario aseguró que su "gobierno no perseguirá a la oposición y se mantendrá al margen de los procesos judiciales".
Uribe considera que su juicio envía señales sobre la posibilidad de un acuerdo de paz total o una ley de punto final.
"Se les perdona a los delincuentes como se hizo con las FARC, justificándolo con la ficción de perdonar a quienes no hemos cometido delitos", agregó.
En 2016, las FARC firmaron un acuerdo de paz con el gobierno de Juan Manuel Santos, un pacto que Uribe critica por considerarlo benevolente con los rebeldes.
Bajo su propuesta de "Paz total", Petro busca poner fin a décadas de conflicto armado mediante diálogos con todos los grupos armados.
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