Brasil, enfrentando una de las peores epidemias de dengue en su historia, ha registrado más de tres millones de casos de la enfermedad este año, con una tasa de incidencia de 1,508 contagios por cada 100,000 habitantes, según el Ministerio de Salud.
A pesar de que la mayoría de los estados del país han visto una disminución o estabilización en la tasa de contagios, Brasil ya ha superado el récord de casos registrados en 2023 y se acerca a duplicar ese número histórico.
El Ministerio de Salud estima que Brasil cerrará el año con cerca de 4.2 millones de casos, mientras que el número de muertes también ha alcanzado un récord, con 1,256 registradas hasta el momento.
Las muertes por dengue casi se triplicaron en comparación con el mismo período del año pasado, llegando a 388 en el mismo lapso. A pesar de estos números alarmantes, la tendencia de la enfermedad parece estar desacelerándose.
A pesar de la estabilización, once estados han declarado estado de emergencia y aún no lo han levantado, incluyendo a los estados más poblados como São Paulo, Minas Gerais y Río de Janeiro.
Se atribuye la actual epidemia a los efectos del fenómeno climático de El Niño, que ha aumentado las temperaturas y las lluvias en todo el país, creando condiciones propicias para la proliferación del mosquito Aedes aegypti.
En medio de la crisis, Brasil se convirtió en febrero en el primer país en ofrecer la vacuna contra el dengue a través del sistema público de salud, aunque la escasez de dosis ha limitado su aplicación a niños y adolescentes.
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