En un giro rápido en los casos de corrupción, la corte de apelaciones modificó la medida de coerción para Hugo Beras, José "Jochi" Gómez Canaán y Pedro Vinicio Padovani Báez, implicados en el caso Camaleón. Pasaron de prisión preventiva a presentación periódica, garantía económica e impedimento de salida, apenas un mes después de la decisión inicial.
En contraste, otros casos han tenido procesos más largos. Por ejemplo, Alexis Medina, del caso Antipulpo, esperó casi dos años para que su prisión preventiva se cambiara a arresto domiciliario y otras medidas. Fernando Rosa y Francisco Pagán, también implicados, tuvieron variaciones similares tras largos periodos en prisión preventiva.
En el caso Medusa, el exprocurador Jean Alain Rodríguez pasó de prisión preventiva a arresto domiciliario tras 18 meses, con restricciones adicionales. Luis Dicent, exadministrador de la Lotería Nacional, fue liberado tras un año de prisión preventiva, y su caso fue finalmente desestimado. Adán Cáceres, exjefe de seguridad del expresidente Danilo Medina, tuvo su medida coercitiva modificada a arresto domiciliario tras cumplir 18 meses de prisión preventiva, y luego se le permitió seguir el proceso en libertad.
Juan Carlos Torres Robiou, exdirector de Cestur, vio su prisión preventiva cambiada a arresto domiciliario y otras medidas tras 16 meses. Finalmente, en el caso que involucra a exministros como José Ramón Peralta y Donald Guerrero, las medidas coercitivas se modificaron a presentación periódica y garantías económicas después de varios meses de prisión preventiva.
Estos casos reflejan la variabilidad en la duración y severidad de las medidas coercitivas en los procesos judiciales por corrupción en la actual gestión del Ministerio Público.
Fuente: Listín Diario
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