El sociólogo Sergio De la Calle se considera a si mismo como “un activista del humor”, pero confiesa que “no celebra el Día Mundial de la Risa, el primer domingo de mayo, ni tampoco el Día Internacional de la Diversión en el Trabajo, en el mes de abril, ni nada parecido”.
Conoce esas fechas simbólicas, entiende su valor y respeta a las organizaciones o personas que las promueven, pero no cree que “el humor o la diversión se deban encapsular en un día en concreto”.
“La frecuencia y la repetición en el día a día son la clave de todas y cada una de las dimensiones de la vida, incluido el humor, y sobre todo, el humor”, asegura este especialista en recursos humanos, talento y cultura.
“Es una pena reservar el humor solo para las grandes ocasiones. Todos los días hay momentos para la risa. No hay que esperar a una fecha determinada del año ni a la cena del sábado con los amigos (generalmente a partir del segundo vino)”, recalca.
De la Calle elogia el sentido humor en todas sus formas y circunstancias, lleva la risa como estandarte, considera que la jovialidad es una vacuna contra la adversidad, y nos invita a hacernos conscientes de esa “herramienta poderosa y valiosa que es la sonrisa” y a saber utilizarla con un buen propósito.
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