 fue menospreciado y ridiculizado por sus colegas y la sociedad británica de entonces, para mucho tiempo después, en el año 2002, ser declarado entre las 100 personalidades y científicos más importantes en la historia del Reino Unido. Por la aparición de esa vacuna, el 9 de diciembre de 1979 la OMS declaró erradicada la viruela, una enfermedad que había diezmado a millones de niños y adultos en Europa y el resto del mundo. Katalin Karikó (Hungría) y Drew Weissman (EE.UU.) fueron galardonados con el premio Nobel de Medicina y Fisiología 2023 por su extraordinario descubrimiento que permitió desarrollar las vacunas m-ARN (ARN mensajero) contra la pandemia Covid-19. Revelación que, también ha sido víctima de mucha propaganda engañosa. Una vez que, es uno de los más grandes avances científicos de los últimos tiempos al cambiar nuestra comprensión de cómo el ARN interactúa con nuestro sistema inmunológico. El tiempo, una vez más, habrá de poner las cosas en su justo lugar. ¿Cómo funcionan las vacunas?Para entenderlo mejor y de manera muy simple: cuando un virus o bacteria infecta a un niño o a un adulto, nuestro sistema inmunológico se pone en alerta y comienza a producir anticuerpos contra esa enfermedad. El tiempo favorece al virus y a la bacteria, porque los anticuerpos se producirán lentamente y en cantidad para ser eficientes. La persona se enferma y aunque puede superar la enfermedad, puede morir o quedar con secuelas permanentes.Las vacunas son una trampa, un “engaño” a nuestro sistema inmunológico. Antes de padecer la enfermedad, con las vacunas se nos inyectan o se nos dan a tomar virus y bacterias debilitadas o modificadas que nuestro sistema de defensas identifica como una enfermedad real para comenzar a crear anticuerpos en buenas concentraciones con el tiempo a su favor. Y son muy seguras, porque se nos administran en pequeñas dosis científicamente pre determinadas y previamente probadas.Las vacunas, como cualquier biológico o fármaco pueden producir efectos indeseados y secuelas fácilmente tratables, nunca como las secuelas producidas por la enfermedad. Si no, pregunte a los padres de niños y a los adultos que han padecido: sarampión, meningitis, rubeola, poliomielitis, hepatitis o Covid-19. Debemos estar al servicio de la población. Y si hay que engañar a alguien, que sea a nuestro sistema inmunológico. No a gente ingenua y desconocedora. Leer más The Lancet: Impacto de las vacunas en el mundo){kind=link}
La ciencia ha enfrentado críticas a lo largo de la historia, ya que los descubrimientos científicos a menudo chocan con creencias arraigadas. Esto ha sido especialmente cierto en el caso de las vacunas, que son fruto de la investigación científica.
Edward Jenner, quien descubrió la vacuna contra la viruela en 1796, fue inicialmente ridiculizado por sus colegas y la sociedad británica. Sin embargo, con el tiempo su contribución fue reconocida y en 2002 fue nombrado como una de las personas más importantes en la historia del Reino Unido.
Gracias a la vacuna contra la viruela, la OMS declaró erradicada esta enfermedad el 9 de diciembre de 1979, poniendo fin a una epidemia que había causado estragos en Europa y el resto del mundo.
Katalin Karikó (Hungría) y Drew Weissman (EE.UU.) fueron galardonados con el Premio Nobel de Medicina y Fisiología en 2023 por su destacado descubrimiento que permitió el desarrollo de vacunas de ARN mensajero contra la pandemia de Covid-19. A pesar de su importancia, este avance ha sido objeto de desinformación.
Este avance en la comprensión de cómo interactúa el ARN con nuestro sistema inmunológico es uno de los mayores logros científicos recientes. El tiempo demostrará su verdadero valor.
¿Cómo funcionan las vacunas?
Cuando un virus o bacteria infecta a una persona, su sistema inmunológico produce anticuerpos para combatir la enfermedad. Sin embargo, este proceso es lento y puede no ser suficiente para detener la enfermedad.
Las vacunas son una herramienta para engañar al sistema inmunológico. Antes de enfermar, se introducen virus o bacterias debilitadas para que el cuerpo comience a producir anticuerpos de manera eficiente antes de que la enfermedad real se presente.
Las vacunas son seguras, ya que se administran en dosis controladas y previamente probadas. Aunque pueden causar efectos secundarios, estos son generalmente leves en comparación con las secuelas de las enfermedades que previenen, como el sarampión o la poliomielitis.
Es importante educar a la población sobre la importancia de las vacunas y desmentir mitos y desinformación al respecto. Proteger la salud pública debe ser nuestra prioridad.
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