Simone Biles no está segura de si competirá en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles en 2028.
Por ahora, la gimnasta más condecorada de todos los tiempos tiene otras prioridades y también está escuchando a su cuerpo.
"Realmente estoy tratando de disfrutar la vida, pasar tiempo con mi esposo (el jugador de los Bears de Chicago, Jonathan Owens), ir a apoyarlo en sus juegos, vivir mi vida como mujer", afirmó en una entrevista con el diario deportivo francés L’Equipe publicada el martes.

"He logrado tanto en mi deporte. Para que yo regrese, realmente tendría que emocionarme."
La estadounidense de 28 años estará en Los Ángeles para los Juegos, pero aún no sabe en qué capacidad.
"Ya sea en los aparatos o en las gradas, todavía no lo sé", comentó a L’Equipe. "Pero 2028 parece tan lejano, y mi cuerpo está envejeciendo. Lo sentí en París."

Cuerpo le pasa factura
La gimnasta estadounidense ganó tres medallas de oro y una de plata en los Juegos Olímpicos de París, llevando su cuenta total a siete oros olímpicos y 11 medallas en total.
Pero su cuerpo se resintió por el esfuerzo.
"Regresé a la villa, tomé el ascensor y mi cuerpo literalmente colapsó. Estuve enferma durante diez días", relató, antes de contar otra experiencia. "El otro día, estábamos corriendo en el jardín con amigos, tuve dolores y molestias durante tres días. Así que, honestamente, no lo sé. Veremos."
Elogió a su rival, Rebeca Andrade de Brasil, por recuperarse de una lesión y por "empujarme más allá de mis límites", pero también dijo que la gimnasia ya no necesita a ambas.
Fuente: Diario Libre
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