Cumplió y celebró los 92 con un fiestón en el Hotel El Embajador rodeado de amigos y los 93 en París con su familia. El 10 de abril está marcado en el calendario de la música dominicana. Para unos es el maestro Solano, para otros Fellito, Solano a secas… Para todos, uno de los grandes compositores que llenó la segunda mitad del siglo 20 y que transita por el primer cuarto del 21 con curiosidad y buen humor.
Solano no necesita lentes. En la Casa Gallega, en el Madrid de los Austrias, pide un Brugal (y lo tienen). Le gusta viajar y lo practica. Añora su espacio en el Matutino Alternativo.
Las manos recorren igual de firmes y ágiles el piano. Echa de menos a los amigos que se fueron y adora a sus nietos, aunque sus nietos tengan otros gustos musicales. Y observa, observa mucho. Lee, ahora temas y autores con contenido espiritual preferiblemente. Sigue con interés la actualidad aunque entienda que la vida hoy va demasiado deprisa sin que esto la haga mejor.
¿Está trabajando en algo, compone?
No… realmente el tipo de música que yo hago, la canción romántica, ya no interesa al público de hoy. La tendencia del público ha cambiado mucho. Tendría que escribir otras cosas y ¿qué voy a escribir? Porque escribir la canción bonita, de palabras… eso ya no llama la atención. La gente ya no se para a bailar boleros.
De las suyas, ¿qué canción es la mejor?
Las canciones son como hijos. Para hacer una canción, uno se toma los días que necesite ella. Hay que dormir con ella, ir al baño con ella, hay que salir a pasear con ella. Quita esto, pon esto. No me importa que haya triunfado o no, yo la quiero. Aunque sea la más corta, el trabajo es enorme.
De otros… ¿qué canción le hubiera gustado componer?
Tendría que pensarlo. Hay varias, muchas. Por delante de todas, alguna de Juan Lockward. No importa que haya muerto, prevalece. Lo que dejó es tanta belleza…
¿Cuál es el concepto de belleza actual?
Ahí es que está el problema. Pero mire este caso… un artista urbano va a la cárcel porque agredió a la esposa y además no canta nada, lo que hace es hablar. Cuando sale de la cárcel anuncian un espectáculo y se llena con miles de personas. Eso es complicado de entender, ¿cómo es que va tanta gente? ¿Cómo miles de personas se mueven de su casa para ir a ese evento? Es mal gusto y yo culpo de eso a la gente, que es la que mantiene eso.
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