
¿Cuánto tiempo se tarda en reconocer el casco de un excursionista desaparecido en una zona montañosa de 183 hectáreas analizando 2,600 fotogramas tomados por un dron a unos 50 metros de distancia? Semanas o meses, si se hace con el ojo "humano". Una tarde, si lo analiza un sistema de inteligencia artificial. El Cuerpo Nacional de Rescate Alpino y Espeleológico (CNSAS) del Piamonte se basó en él para encontrar el cuerpo de una persona que llevaba desaparecida en la cara norte del Monviso, el pico más alto de los Alpes cotenses, desde septiembre de 2024.
La operación duró menos de tres días, entre la búsqueda de algunos indicios del excursionista desaparecido desde hacía más de un año, el hallazgo y la recuperación del cuerpo, incluida una interrupción debida al mal tiempo, según contó a Wired Italia Saverio Isola, el piloto de dron del CNSAS que intervino junto con su colega Giorgio Viana.
Las operaciones de recuperación
De espaldas a la llanura, con los ojos puestos en las montañas, 600 metros por debajo de la cima, el cuerpo del médico ligur Nicola Ivaldo, de 64 años, fue encontrado en la mañana del jueves 31 de julio, más de diez meses después de su desaparición, gracias a su casco que "chocaba" con el resto del paisaje. "Fue el software de IA de las imágenes tomadas el martes el que detectó algunos píxeles de un color diferente", explica Isola, reconstruyendo paso a paso las operaciones que permitieron descubrir y recuperar los restos situados a unos 3,150 metros de altitud, en el barranco más a la derecha de los tres que surcan la cara norte del Monviso, por encima del glaciar colgante.
Tras haber recogido todas las imágenes en cinco horas con solo los dos drones en la mañana del martes 29 de julio, analizadas por un software de IA durante la tarde del mismo día, los rescatadores disponían ya por la noche de una serie de "puntos sospechosos" que verificar. Solamente la niebla y el mal tiempo del día siguiente retrasaron las operaciones."Nos despertamos a las 4 de la mañana para llegar a un punto muy alejado pero con buena visibilidad del canal donde se habían detectado los píxeles rojos, y utilizamos el dron para ver si efectivamente se trataba del casco ", relata Isola, "después hicimos todas las fotos y mediciones necesarias, enviando la información al centro de coordinación de salvamento, que pudo enviar el helicóptero de los bomberos para las operaciones de recuperación y forenses".
Cooperación entre humanos e IA
Cada paso dado con los drones forma parte de un riguroso método que el CNSAS ha ideado en coordinación con ENAC, el organismo italiano que supervisa la aviación civil. "Utilizamos drones desde hace unos cinco años, y desde hace uno y medio estamos integrando el uso de tecnologías de reconocimiento de color y forma, haciéndolas evolucionar mes a mes", explica Isola , "pero todo esto, sin los equipos de técnicos, no serviría de nada."
Las indicaciones del teléfono de Ivaldo fueron inestimables desde el principio. Como lo fue la experiencia y el conocimiento de Monviso de los cuatro rescatadores alpinos expertos en la zona que ayudaron a los dos pilotos de drones a orientarse entre las piedras de Monviso, aparentemente todas parecidas. "Es un éxito humano, pero sin la tecnología habría sido una misión imposible. Es un éxito de equipo", comenta Isola.
De hecho, Isola, su colega Viana y los otros pocos "pilotos elegidos" del CNSAS son muy conscientes de que la tecnología es y será siempre crucial, si se sabe utilizar. "Incluso en las operaciones de recuperación tras la tragedia del glaciar de la Marmolada, permitió operar en zonas inaccesibles y recuperar todos los hallazgos necesarios ", recuerda Isola, "y evitó que los rescatistas arriesgaran sus vidas".
El objetivo del CNAS es aplicar la colaboración entre inteligencia artificial y drones para prevenir las consecuencias más graves de los accidentes de montaña y poder rescatar con vida a las personas desaparecidas. Esta combinación también puede utilizarse para obtener y analizar información con cámaras termográficas que solo son sensibles a los seres vivos. "Exactamente igual que con las imágenes fijas, la IA también puede interpretar los datos térmicos y proporcionar indicaciones valiosas en pocas horas", explica Isola, "en Cerdeña, un colega rescató hace poco a unos montañeros a los que se les había atascado la cuerda en una pared rocosa y solo pudo localizarlos gracias al dron y a otras tecnologías propias de nuestro método". Muchos eran derivados de la guerra, los recuperamos y los convertimos". Con la esperanza de que, con un uso cada vez más generalizado, pueda reducirse drásticamente el número de accidentes mortales en las montañas.
Artículo publicado originalmente en WIRED Italia. Adaptado por Mauricio Serfatty Godoy.
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