El gobierno de Donald Trump anunció que la ayuda alimentaria para unos 42 millones de estadounidenses se reducirá a la mitad en noviembre debido a la parálisis presupuestaria que lleva un mes. Se utilizarán 4.650 millones de dólares de un fondo de emergencia para financiar el programa SNAP, cubriendo aproximadamente el 50% de las ayudas para los hogares elegibles.
Esta medida sigue a una orden judicial que obliga al gobierno a usar fondos de emergencia para mantener el programa. La administración Trump sostiene que el programa se está quedando sin fondos debido al cierre del gobierno, ya que demócratas y republicanos no logran acordar un nuevo presupuesto. Trump ha expresado su disposición a desbloquear los fondos si la justicia lo decide, afirmando que no quiere que los estadounidenses pasen hambre.
Hakeem Jeffries, líder demócrata, acusó a Trump de "instrumentalizar el hambre". El cierre gubernamental, que podría convertirse en el más largo de la historia, afecta también a los subsidios de salud bajo la Ley de Cuidado de Salud Asequible, que expiran a fin de año. Sin un acuerdo, las primas de seguros médicos aumentarán.
Los demócratas exigen reabrir el gobierno solo con un acuerdo para extender estos subsidios, mientras que los republicanos insisten en que no negociarán hasta que el gobierno funcione nuevamente. La financiación de SNAP, que promedia 356 dólares al mes por hogar, expiró, dejando a muchos estadounidenses en incertidumbre sobre cómo pagar alimentos. Un juez federal ordenó usar fondos de emergencia para los cupones de alimentos durante el cierre.
El programa WIC y los programas "Head Start" también están en riesgo. Trump indicó que ha instruido a sus abogados para aclarar cómo financiar SNAP legalmente, aunque persiste la incertidumbre sobre cuándo se realizarán los pagos debido al cierre.
Fuente: El Testigo
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