sábado, septiembre 13, 2025
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Editoriales

La comunidad de Edwin Arrieta espera que se haga justicia con Daniel Sancho

En Santa Cruz de Lorica, un pueblo del caribe colombiano donde muchos guardan la imagen de Edwin Arrieta como un estudiante excelente, generoso y buen amigo, todavía no salen del asombro por su asesinato en Tailandia, crimen del que ha sido acusado el español Daniel Sancho y por el que esperan un juicio justo.

"Edwin no se merecía eso que le hicieron, para nada; no se merecía esa muerte", señala Tarcila Reyes, cercana al médico cirujano y rectora del Instituto Ciudad Lorica (ICIL), donde Arrieta estudió varios años.

Daniel Sancho, de 29 años, hijo del actor Rodolfo Sancho y de Silvia Bronchalo, cuyo juicio arranca este 9 de abril, se encuentra detenido en la prisión de Koh Samui y está acusado por un tribunal tailandés de haber asesinado, descuartizado y posteriormente desaparecido al colombiano, de 44 años.

Edwin era colaborador y un estudiante excelente, con muchas iniciativas para el colegio, según Reyes, quien lo describe como un estudiante 1A.

Arrieta siempre fue un alumno destacado, becado por su excelente rendimiento académico. "Era muy disciplinado" y siempre estaba impecablemente vestido, recuerda Reyes.

Origen humilde

Edwin Arrieta nació en marzo de 1979 en un hogar humilde. Su madre, Ana Marcela Arteaga, era profesora de primaria en Purísima, y su padre, Leovaldo José Arrieta, trabajó como radiotécnico.

Los padres de Arrieta viven en una modesta casa en el centro de Lorica y dependían económicamente de lo que el médico les enviaba.

Santa Cruz de Lorica es un pueblo con arquitectura republicana en el norte del departamento caribeño de Córdoba.

Impactada por la muerte de Edwin, Reyes expresa que todavía le cuesta aceptar que esté muerto.

Futuro en la medicina

Juanita Hernández, profesora en el ICIL y compañera de estudio de Edwin Arrieta, lo recuerda como un chico inteligente, respetuoso, amable y con buenas ideas para su futuro en medicina.

Hernández destaca que Arrieta ocupaba siempre los primeros puestos, tenía buena relación con todos y participaba activamente en actividades extraescolares.

Los loriqueros esperan un juicio justo en el caso, pidiendo cadena perpetua para el acusado, Daniel Sancho.

Desde la muerte de Arrieta, su madre está devastada y la comunidad pide consuelo y justicia.

Confianza en un juicio justo

Los loriqueros esperan que en el juicio se haga justicia. Por eso, la rectora pide "para ese joven (Daniel Sancho) de pronto no la muerte, porque nadie tiene derecho a quitarle la vida a otro, pero que sí le den cadena perpetua".

"Cadena perpetua y no la bobada que tenemos aquí en Colombia, donde meten a la persona a la cárcel y como tenga plata (le dan) casa por cárcel. No, que sea cadena perpetua, que sea en la cárcel propiamente, no en su casa", añade.

La rectora añade que desde la muerte de Arrieta, su madre "está acabada (…) ni habla".

"Hay que pedirle a Dios, yo le pido a mi Dios que le dé (a la madre de Arrieta) el consuelo, que le dé fortaleza, porque cuando se va un ser que uno quiere, duele" y más, "el hijo que es lo más grande para uno, el hijo que es irremplazable", concluye.

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