En un acto muy emotivo los padres de la joven Aida Nicole Reyes, quien falleció en un accidente de tránsito, recibieron el título de licenciatura en Marketing Digital por parte del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), un acto loable y profundamente conmovedor. La muerte de la joven Aida no es un hecho aislado, fue víctima de un problema estructural que aqueja a la sociedad dominicana. Los datos proporcionados por la Oficina Nacional de Estadísticas reflejan que el 13.6% de las muertes en accidentes de tránsito, según el medio de transporte, son peatones atropellados. Desde hace varios años, nuestro país está señalado como uno de los países con más alta tasa de mortalidad por accidentes de tránsito: 65 muertes por cada cien mil (100,000) habitantes según un informe de 2022 de la Organización Mundial de la Salud.
La República Dominicana desde hace un buen tiempo se ha caracterizado por ser una nación que está creciendo económicamente de manera constante, sin embargo, el hecho de que como nación estemos creciendo, no significa que como pueblo estemos mejorando como ciudadanos, es decir, que tengamos mayor respeto por la ley. Somos una nación que progresa. Años atrás, para el dominicano de a pie, era muy difícil acceder a la compra de algún medio de transporte, como autos o motocicletas, pero con el paso de los años, y el progreso económico de nuestro país, ese acceso a mejorado, y el parque vehicular dominicano en 2024 alcanzó los 6,194,052 unidades creciendo en un 6.6% respecto al 2023, según datos de la Dirección General de Impuestos Internos ¿Se puede pensar que no estábamos preparados para tanto crecimiento económico? Es evidente que como nación hemos progresado, pero ¿Nos estamos desarrollando? A propósito de estos dos conceptos, el escritor y filósofo francés Fabrice Hadjadj dice: «El progreso lleva a pensar en el camino, y por tanto en una traslación: se progresa de un lugar a otro. El desarrollo hace referencia, más bien, a una revelación, al despliegue, y con ello a un crecimiento orgánico: se despliega sacando consecuencias o haciendo madurar. El progreso hace ir hacia donde no se había llegado aún. El desarrollo hace que llegue a su madurez lo que ya existía en estado germinal». Algunos argumentarán: ¡Más autos, más accidentes! Si, es muy probable, pero si dejamos todos los carros y motocicletas del país estacionados, también es muy probable que no se produzca un solo accidente, por ende, el factor humano juega un papel determinante en las estadísticas de accidentes de tránsito.
La Educación salva vidas
El dato de la DGII refleja un crecimiento del 6.6% del parque vehicular, respecto al 2023, y la inversión en educación vial ¿Cuánto ha crecido? Tantos accidentes de tránsitos dicen mucho de la manera en la que conducimos, y como nos desempeñamos al volante conducir, implica pensar en el otro, diría un cristiano: «conducir es amar al prójimo como a ti mismo», estar consciente de las responsabilidades que se tienen al volante, y el respeto por las leyes, es educación, y eso previene accidentes, es decir, salva vidas. Nosotros como ciudadanos, debemos apostar más por ser mas consciente y responsables al volante. Como país, seguimos reprobando la materia de educación vial.
Juan A. Pascual
Es un profesional, columnista y escritor apasionado por la cultura, los temas existenciales, la teología, filosofía y la literatura, especialmente el cuento y la narrativa. Se considera un aspirante constante en el ocio de pulir las palabras, reflexionar y escribir. Actualmente colabora en La Revista Palanca.