Uber ha ganado una batalla legal clave en su largo conflicto por operar en los aeropuertos de México. La compañía anunció que obtuvo una suspensión definitiva, otorgada por la Jueza Decimotercera de Distrito en Materia Administrativa, que prohíbe a la Guardia Nacional detener o multar a conductores que recojan o dejen pasajeros en las más de 70 terminales aéreas del país.
Esto representa un revés directo a la prohibición impuesta por el Gobierno federal en junio de 2022. Dicha prohibición vetaba el acceso a las plataformas de movilidad bajo el argumento de que no cuentan con los requisitos de las leyes mexicanas para operar en zonas federales, como licencias específicas, exámenes médicos federales y el pago de contraprestaciones por servicio.
El conflicto, que escaló hasta imponer multas de 43,000 pesos, se resume en una tensión clásica de la era digital: un modelo de negocio basado en plataforma contra un sistema de concesiones federales. Para los taxistas de base, es una supuesta competencia desleal; para las apps, es un entorpecimiento a la libertad de elección del pasajero. En la práctica, esta prohibición generó políticas de "cero tolerancia" en aeropuertos como el AICM de Ciudad de México, que mediante carteles y avisos, obligaba a los pasajeros a salir del perímetro federal para solicitar un viaje. La nueva suspensión definitiva busca terminar con esa situación.
"Con esta medida, los conductores que estén realizando viajes usando la app de Uber […] no podrán ser detenidos por autoridades en la zona federal", explicó la empresa en un comunicado.
En entrevista con WIRED en Español, Juan Pablo Eiroa, Director General de Uber en México, aborda los escenarios legales, el complejo caso de Cancún y la urgencia de una nueva regulación de cara a la Copa del Mundo 2026.
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