El empresario dominicano José Uribe, acusado de sobornar al senador Bob Menéndez, declaró que el demócrata le prometió investigar un caso penal estatal que afectaba su negocio y luego le aseguró que no había amenazas, atribuyéndose el mérito de haberlo "salvado".
Los fiscales afirman que los pagos mensuales de un Mercedes-Benz y otros sobornos realizados por Uribe y otros dos empresarios a Menéndez entre 2018 y 2023 estaban destinados a influenciar al senador en sus decisiones.
La defensa de Menéndez argumenta que las reuniones con Uribe eran simples interacciones con electores y que el senador estaba actuando en beneficio de su estado.
A pesar de las acusaciones, Menéndez se ha negado a renunciar a su cargo como senador, aunque ha sido apartado del Comité de Relaciones Exteriores del Senado.
Uribe describió cómo planteó el tema de los sobornos con Menéndez en diversas ocasiones, destacando una cena en la que el senador aseguró que resolvería sus problemas legales.
En otra ocasión, Menéndez afirmó haber intervenido en dos ocasiones para proteger a Uribe de investigaciones en su negocio.
Según las declaraciones de Uribe, Menéndez se jactó en una cena de haber influido en las investigaciones, argumentando en favor de los latinos trabajadores en la industria del transporte.
El exfiscal general de Nueva Jersey también testificó que Menéndez intentó discutir una investigación penal, aunque la política del fiscal era dirigir tales asuntos a las instancias correspondientes.
Uribe admitió que, sin su cooperación con las autoridades, enfrenta una condena potencial de hasta 95 años por su participación en los crímenes.
Somos EL TESTIGO. Una forma diferente de saber lo que está pasando. Somos noticias, realidades, y todo lo que ocurre entre ambos.
Todo lo vemos, por eso vinimos aquí para contarlo.