El doctor Antonio Cruz Jiminián, director de la Clínica Cruz Jiminián, explicó que la suspensión del convenio con el Seguro Nacional de Salud (SENASA) para atender a pacientes del régimen subsidiado se debe a cambios administrativos y financieros del seguro estatal, no a irregularidades de la clínica.
El acuerdo, firmado en 2018, buscaba ofrecer servicios médicos a personas de bajos recursos con un pago mensual de 3.7 millones de pesos, pero con un descuento del 15 %, lo que afectó la capacidad financiera de la clínica. A pesar de las pérdidas, que superaban los cuatro o cinco millones de pesos anuales, la clínica continuó brindando atención.
Cruz Jiminián mencionó problemas en los sistemas de registro y facturación que complicaban la presentación de informes financieros a SENASA. Aclaró que la suspensión no es un castigo, sino una decisión administrativa de SENASA. La clínica sigue atendiendo al régimen contributivo y mantiene su compromiso social.
Cruz Jiminián instó a SENASA a revisar los contratos con las clínicas para asegurar la sostenibilidad del sistema.
Fuente: El Testigo
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