Los shorts de YouTube registran más de 200,000 millones de visualizaciones diarias, casi el triple de las 70,000 millones de visualizaciones diarias que la plataforma reportó en marzo de 2024. Diversos especialistas advierten que esta tendencia, en constante crecimiento, podría generar efectos negativos en la salud mental de los usuarios. Ante ello, la popular plataforma de videos lanzó una nueva función que busca contrarrestar la problemática.
YouTube anunció que a partir de ahora los usuarios podrán establecer un límite de tiempo diario en el feed de Shorts en dispositivos móviles. Una vez alcanzado el límite, se mostrará una notificación push en pantalla indicando que el tiempo de navegación se ha agotado y que la página de shorts permanecerá pausada por el resto del día.
“Los shorts son una parte fundamental de la experiencia de YouTube. Establecer un límite de tiempo de navegación en el feed permite seguir explorando contenido, pero ayuda a los usuarios a ser más conscientes de sus hábitos de visualización y a gestionar su tiempo de manera eficaz”, señala la plataforma en su página de soporte.
El lanzamiento ocurre en un contexto marcado por múltiples organizaciones, autoridades gubernamentales y expertos en salud mental que acusan a las empresas tecnológicas de diseñar deliberadamente funciones y algoritmos adictivos, con potencial para afectar el bienestar psicológico y conductual de las personas, especialmente de los más jóvenes.
La plataforma propiedad de Google ha intentado atender estas inquietudes mediante herramientas que facilitan el control del tiempo invertido en el servicio. En 2018 introdujo las funciones “Tómate un descanso”, que permite establecer recordatorios para suspender la visualización cada 15, 30, 60, 90 o 180 minutos, y “Hora de dormir”, que posibilita fijar un horario para recibir una alerta que invite a abandonar la aplicación.
En todos los casos, los usuarios pueden ignorar las notificaciones y continuar navegando, o bien, salir de YouTube. Según especialistas, esta condición permite a la compañía abordar las críticas sobre el diseño adictivo sin afectar su modelo de negocio, pues la naturaleza opcional de estas herramientas no necesariamente reduce el tiempo ni la participación dentro de la plataforma.
Autoridades de Salud de distintos países han manifestado preocupación por el uso excesivo de redes sociales entre adolescentes y jóvenes. Algunos gobiernos incluso han comenzado a aplicar medidas drásticas. En Australia se aprobó una ley que prohíbe el acceso a las plataformas sociales a menores de 16 años. Los mecanismos de control contemplados por esta iniciativa son considerados por expertos como los más estrictos hasta ahora.
Las compañías tecnológicas argumentan que la imposición de vetos absolutos no representa una solución efectiva, pues podría generar caos y provocar una migración masiva hacia espacios digitales más peligrosos y sin regulación. Sin embargo, la documentalista Lauren Greenfield refutó esta postura. En una entrevista con WIRED, afirmó que “la tecnología es importante por muchas razones, pero la ingeniería actual de las aplicaciones sociales es insostenible. No es justo pedirles a los adolescentes que se autorregulen cuando las plataformas han sido diseñadas para crear adicción”.
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