Manuel de Jesús Pellerano Carvajal nació el 24 de enero de 1888 en la República Dominicana, en el seno de una familia estrechamente ligada a la historia política, intelectual y social del país. Fue hijo del Dr. Manuel de Jesús Pellerano de Castro, abogado que fungió como regidor del Ayuntamiento de Santo Domingo durante la gestión de Juan Bautista Vicini, y de Daniela Carvajal Henríquez. Fue bautizado el 15 de mayo del mismo año en la Catedral Primada de América, teniendo como padrino al reconocido médico y músico Dr. Juan Francisco Alfonseca Arvelo y como madrina a su abuela materna, Teresa de Jesús Castro Lara.
Tanto por línea paterna como materna, Pellerano Carvajal perteneció a una de las familias más ilustres de la sociedad dominicana. Su abuelo paterno fue Manuel Pellerano Bonetti, hijo de Giovanni Battista Pellerano Costa, inmigrante originario de Santa Margarita de Liguria, Italia, quien contrajo matrimonio con María del Carmen Bonetti Garo, hija del también genovés Juan Nepomuceno Bonetti, natural de San Remo. Fue sobrino del poeta Arturo Bautista Pellerano Castro y de las educadoras Eva María y Luisa Ozema Pellerano de Castro, fundadoras del Instituto para Señoritas, más tarde conocido como Instituto Salomé Ureña de Henríquez.
La influencia materna no fue menos notable. Era bisnieto del expresidente Jacinto de Castro a través de su abuela Teresa de Jesús Castro Lara, quien se casó con Manuel Pellerano Bonetti, dando origen a la rama familiar Pellerano de Castro. Además, por parte de su madre, estaba emparentado con los Henríquez Carvajal. Su abuelo materno, Hilario Carvajal, era hermano de María Clotilde Carvajal Fernández, madre de los renombrados intelectuales Pedro, Max y Camila Henríquez Ureña, hijos del también expresidente Francisco Henríquez Carvajal.
Su formación académica lo llevó a destacarse desde joven. En 1911, obtuvo el título de Doctor en Cirugía Dental en la Universidad de Pensilvania, convirtiéndose en el primer dominicano en alcanzar este grado académico. En el Alumni Directory de esa institución, edición de 1917, aparece como miembro de la clase de 1911, identificado como dentista, educador, profesor de la Universidad de Santo Domingo, residente en la calle Hostos núm. 37. Durante su etapa universitaria, formó parte de la fraternidad Alpha Lambda Mu y de los clubes Cosmopolitan y Latin-American.

Fotografía de la clase de 1911 en el anuario de la Universidad de Pennsylvania
El 1 de enero de 1914, contrajo matrimonio en Ponce, Puerto Rico, con Isabel Emilia Jimenes Calero, descendiente también de una familia de prestigio, al ser nieta del segundo presidente de la República Dominicana, Manuel Jimenes González. Isabel era hija de Manuel Jimenes Ravelo y María Gregoria Jimenes Calero. De esta unión nacieron seis hijos: Sarah Josefina, Francisco Manuel, Milagros Josefina (Mimí), María Isabel (Maricusa), Carlos Manuel y Edgardo Rafael (Chichí).
Su vida profesional se desarrolló con igual brillantez en múltiples ámbitos. En el campo de la educación, fue designado en 1932 por el presidente Rafael Leónidas Trujillo como miembro de la comisión encargada de elaborar un anteproyecto de Ley de Enseñanza Universitaria. En dicha comisión participaron notables figuras como Julio Ortega Frier, Luis Aybar, Manuel de Jesús Troncoso de la Concha, Arturo Logroño, Eduardo Soler, Pedro Henríquez Ureña, José Joaquín García y Francisco E. Benzo.
En 1944, formó parte de la directiva de la Cruz Roja Dominicana, ejerciendo como secretario junto al Dr. Fabio Mota (presidente), el Dr. Rafael Henríquez (tesorero), y los asesores Leo Ricart, Ernesto Freites y el Dr. Rafael Abreu. Sin embargo, su influencia no se limitó al ámbito médico y educativo, pues también desempeñó un importante papel en la política y la diplomacia.
El 14 de septiembre de 1922, fue nombrado Cónsul General del Perú en la República Dominicana por el presidente peruano Augusto Leguía. Más adelante, en el servicio exterior dominicano, ocupó múltiples cargos: fue Director de Protocolo de la Secretaría de Estado de Relaciones Exteriores, Primer Secretario de la Embajada Dominicana en México, Cónsul General en México y Chicago, Encargado de Negocios en El Salvador, y finalmente, Embajador dominicano en Ecuador, donde falleció.
Su nombre también aparece en momentos diplomáticos clave. En el libro Fugas Equivocadas. Tomo I, de Eliades Acosta Matos, es citado como parte del grupo de funcionarios dominicanos que, en 1934, participaron en la recepción del expresidente cubano Gerardo Machado durante su exilio en Santo Domingo. Un oficio confidencial enviado por el encargado de negocios cubano, Dr. García Garófalo, el 26 de junio de ese año, detalla cómo Machado y su entorno socializaban en el Parque Colón con figuras como Pellerano Carvajal y Jacinto Bienvenido Peynado.
A nivel regional, su carrera también incluyó participación activa en organismos multilaterales. En 1940, fue delegado ante la Unión Interamericana del Caribe, una organización centrada en la gestión conjunta de crisis, defensa colectiva y alineamiento político entre naciones caribeñas e hispanoamericanas. Asimismo, participó en las Conferencias Panamericanas, antecedentes directos de la Organización de Estados Americanos (OEA), incluyendo la I Reunión en Panamá en 1939 y la II en La Habana en 1940.
Su presencia en la vida política nacional fue también significativa. Ocupó la presidencia del Partido Dominicano en la Ciudad Colonial y fue parte del grupo de intelectuales que integraron la Sección de Propaganda Periodística y Radiotelefónica del partido, junto a Joaquín Balaguer, el Dr. Fabio A. Mota, Federico Llaveras, el Dr. Antonio Elmudesi y Ernesto Bonetti Burgos. Este equipo impulsaba la imagen de Rafael Leónidas Trujillo mediante el programa radial La Hora Política del Partido Dominicano, transmitido por la emisora H.I.N.
También dejó una huella en el ámbito cultural y literario. Fue miembro fundador y Primer Secretario General de la Sociedad Bolivariana de la República Dominicana, constituida el 12 de febrero de 1938. Compartió la junta directiva con Eduardo Soler (presidente), Horacio Blanco Bombona (vicepresidente), y los vocales Federico Llaverías y Francisco Prats Ramírez. La historia de esta institución fue documentada por Pedro Vásquez en una obra publicada en 1978.
Su trayectoria diplomática fue objeto de atención internacional. En el volumen British Documents on Foreign Affairs: Latin America, January 1950 – December 1950, se le describe como “un hombre mayor, no se ve mucho frecuentemente, pero es conocido por hacer discursos apasionados sobre la unidad latinoamericana”. Otro informe británico del año siguiente lo define como “un hombre mayor, con algunos éxitos literarios y una propensión a parecer un Don Juan”, destacando que desde 1949 ejercía funciones como chargé d’affaires y luego fue promovido a ministro.
Además de su labor como funcionario, Pellerano Carvajal cultivó la poesía y la escritura. Fue autor del poema “Ecuador”, publicado en 1951 por la Sociedad Bolivariana del Ecuador en su revista El Libertador. Su pluma también sirvió para exaltar al régimen trujillista, con textos como La Influencia de la Acción Renovadora del Hon. Presidente Trujillo en nuestra Facultad de Cirugía Dental, publicado en los Anales de la Universidad de Santo Domingo en julio de 1937, y el artículo La Realidad de la hora: Trujillo Único, difundido en el Listín Diario, periódico fundado por su primo Arturo Pellerano Alfau, en el que colaboraba con frecuencia.
La vida de Manuel Pellerano Carvajal fue una intersección de saberes, servicios y lealtades, marcada por una participación activa en los escenarios académico, diplomático, político y literario, dejando una huella profunda en la historia del siglo XX dominicano.
Alfredo López Ariza
Politólogo dominicano especializado en seguridad y defensa. Actualmente preside la Academia Dominicana de Genealogía y Heráldica para el período 2022-2026. Su producción intelectual abarca una variedad de campos, incluyendo ciberseguridad, geopolítica, historia, genealogía, teología y arte.