
La capacidad predictiva tiene un nombre: geointeligencia. Durante décadas, las decisiones de expansión, posicionamiento y logística se basaron en una mezcla de datos históricos, análisis de mercado y una dosis considerable de intuición. Pero, ¿y si pudieras predecir el resultado de tus jugadas más importantes —como dónde abrir tu próxima tienda o cómo reestructurar una red logística— con una certeza matemática superior al 90%? Hoy, esto ya no es ciencia ficción.
Lejos de ser una simple evolución de los mapas digitales, estamos presenciando la consolidación de una disciplina que fusiona la geografía con un potente stack tecnológico. Hablamos de la convergencia de Big Data, algoritmos de inteligencia artificial y modelado espacial para crear una especie de "gemelo digital" del mercado. El objetivo ya no es solo responder al "dónde", sino descifrar el "por qué" un territorio es valioso y, sobre todo, anticipar "qué sucederá" si tomamos una determinada acción.
Esta revolución, a menudo silenciosa, se alimenta de un volumen masivo de datos dispares: información transaccional, demográfica, de movilidad peatonal, flujos vehiculares e incluso imágenes satelitales son procesados por algoritmos de machine learning. Estos sistemas no solo identifican correlaciones ocultas, sino que construyen modelos predictivos que aprenden y se adaptan, convirtiendo el espacio físico en un lienzo de variables cuantificables y accionables.
Una de las firmas pioneras en este campo en América Latina es XBREIN, una consultora con más de 14 años de experiencia. Su misión, según explica a WIRED en Español Faustino Ortega, Country Manager de la compañía en México, es "convertir datos complejos en respuestas claras para la toma de decisiones".
Para lograr esta claridad, la plataforma de XBREIN procesa más de mil fuentes de datos. "Integramos una amplia gama de datos: socioeconómicos, demográficos, movilidad peatonal y vehicular, gasto familiar, oferta comercial por giro y competencia, entre otros", detalla Ortega. Sin embargo, el verdadero diferenciador no está en la recolección, sino en el procesamiento. "Aunque muchas fuentes son oficiales, nuestro verdadero valor reside en el tratamiento que les damos", afirma.
Los datos crudos se someten a un riguroso proceso de enriquecimiento, actualización y validación cruzada, utilizando desde cartografía digital hasta computer vision para analizar imágenes. Modelos predictivos proyectan variables y aseguran su coherencia, garantizando que la información final refleje fielmente la realidad del mercado.
El resultado de este análisis es una ventaja competitiva medible. "Ofrecemos predicciones con más de un 90% de precisión, en contraste con el 50-60% de las decisiones tradicionales", asegura Ortega. "En la práctica, esto significa que 9 de cada 10 ubicaciones que recomendamos cumplen o superan las expectativas de nuestros clientes".
El impacto de esta precisión es más evidente en los sectores donde la ubicación es el pilar del negocio. "El mayor impacto lo observamos en retail y desarrollo inmobiliario", señala el directivo. En retail, ayudan a supermercados, farmacias o bancos a encontrar ubicaciones óptimas y estimar su potencial de ventas. En el sector inmobiliario, se han convertido en un aliado para decidir la viabilidad de un proyecto, predecir sus ingresos o definir su composición ideal.
Somos EL TESTIGO. Una forma diferente de saber lo que está pasando. Somos noticias, realidades, y todo lo que ocurre entre ambos.
Todo lo vemos, por eso vinimos aquí para contarlo.